Todo sobre los poetas y poetisas que el el mundo han sido, son y serán.
Lo malo de la caza,
es matar la primera pieza
después ya no eres capaz de dejarlo
-me dijo un cazador.
Lo malo de la droga,
es sentir el calor de la nieve blanca
después ya no eres capaz de dejarlo
-me dijo un adolescente.
Lo malo de lo malo
es que a veces se disfraza de bueno.
Hay días que el güisqui
se me sube al corazón
y me pone alegre.
Otras veces,
se me baja a las piernas
y me pone vieja.
(En 'Es difícil ser feliz una tarde', Ediciones Torremozas, Madrid 2005)
Cuando se quiere a una persona,
te duele que le duela,
te cansa que se canse,
te agota que se agote,
te entristece que se entristezca
te engaña que te engañe.
Yo quiero que te quieras,
que te lleves bien contigo,
que no te consientas,
que no te consientas
volver a decir:
-¡Qué asco de vida!
Mi espíritu revolucionario rebelde
no puede pertenecer a ningún 'partido',
pertenece a un entero
a la entera humanidad presente y futura.
(En 'Mujer de verso en pecho', Editorial Cátedra, Madrid 1983)
La vista es lo primero que se pierde,
por eso hay tanta gafa,
después te quedas sordo del pie izquierdo,
y te nace la calva de la cana,
se te mueven las carnes si eres gordo,
si eres flaco te suenan las bisagras,
se te vuelan los capicúas,
se te pierden las ganas...
se te mueven los dientes en la boca;
cuando sabes amar esto te pasa.
Hablan de las subidas.
Sube la fiebre, la gasolina, los alquileres.
Y nadie habla de las bajadas.
Baja la moral, la cultura, la educación
y nadie protesta en la función.
(En 'Mujer de verso en pecho', Editorial Cátedra, Madrid 1983)
Sé que ya puedo seguir viviendo como poeta
aunque no publique más libros,
lo que no puedo es vivir sin escribir.
Si los poetas tuviéramos un Retiro Obrero
para ya de mayores,
cuidar vuestros jardines interiores.
Esto sucederá cuando los gobernantes
nos cojan cariño.