Se me desarma el pellejo
en interrogaciones de pordiosera
que nada sabe del Amor
o preguntando por él,
ha devenido incertidumbre:
Eterna y mendicante espera de jazmines
en este otoño desmembrado y doliente,
en este caer de secas Utopías
y reposar los otros tiempos del no gozo
_ extinta sensación de abandono_.
Enaltecer la soledad de los párpados
de la gente que quiere conocerme
y mi interés se fija en otra parte,
donde no existen ojos para mí,
donde no existen pupilas que me busquen
y coincidan con mis pestañas deshojadas
de reliquia joven que solo anhela
una parte de su Sueño.
Ángela Sayago Martínez
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