Donde habite el olvido | Luis Cernuda

Caricatura de Luis Cernda | Idigoras y Pachi (2002)

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Soy una sombra que no siembra huida | José Bergamín

Retrato de José Bergamín - Ramón Gaya (1961)

“Ombre de mon amour”
Apollinaire

Soy una sombra que no siembra huida,
Porque engendrada de una llama incierta
Deja en el surco la semilla muerta
Para que vuelva a renacer la vida.

Por la tierra y el agua convertida
En limo, en barro humano, me despierta
La luz del sol de par en par abierta
Como se abren los labios de una herida.

Para poder seguirte pareciendo,
Si quieres escaparme, te persigo,
Si me persigues, te acompaño huyendo.

A los jóvenes dolorosos | Ramón de Basterra

Retrato de Ramón Basterra | Autor desconocido

¡Ah, joven doloroso, joven triste,
que sufres como yo del mal de España,
y que una negación honda, en tu entraña,
tienes, clavada, contra lo que existe!
—Tu virgen corazón vibra de saña,
de santa saña, porque no tuviste
lo que pidió tu amor cuando naciste
de la Patria, una idea y una hazaña.
La general inepcia fue el veneno
que atosigó tu juventud vehemente
y de asco y de dolor yo te sé lleno.

Bebedor de ajenjo | Mauricio Bacarisse

Mauricio Bacarisse | Detalle de ´La tertulia del Café de Pombo' de José Gutiérrez Solana (1920)

Si siempre estoy ensayando
mi sonrisa amarga y triste,
es porque estoy esperando
a una mujer que no existe.

Víctima del desencanto
sufro martirios letales;
por eso adoro yo tanto
mis dichas artificiales.

Paraísos artificiales
que huyen del ruido y del sol…
¡Mis rimas son inmortales,
pues son hijas del alcohol!

Soy mísero y decadente;
en mi alma el Hastío muerde.
Por eso adora mi mente
los sueños del licor verde.

Anónimo | Max Aub

Max Aub | Collage de autor desconocido

Mordehai Mendil Ha-Leví, enfermero durante la guerra y aun meses después, periodista, me dio este texto. Vive en Jerusalén, trabaja ahora en un ministerio. Nunca quiso decirme nada acerca del autor. Estos fragmentos estaban escritos en inglés en una hoja tamaño oficio, doblado en cuatro sin que se pudiese saber dónde empezaban. Son, sin duda, esbozos para un poema futuro, de ahí las repeticiones.

Mi soledad ausente | Manuel Altolaguirre

Retrato de Manuel Altolaguirre | Óleo sobre lienzo de José Moreno Villa (1949)

Mi soledad ausente.
¡Qué soledad sin soledad!
Sentirse solo al lado
de tanta compañía,
solo, sin soledad.
Encontrarse perdido,
sin solución, disuelto,
en una muchedumbre.
¡Qué ruinas polvorientas
la compañía de todos!
¡Qué edificio sereno,
concentrado, profundo,
mi soledad ausente,
fuego y luz de mi alma!

Manuel Altolaguirre (1905-1959) 

Amor | Dámaso Alonso

Dámaso Alonso | Óleo sobre tela de Juan Antonio Galindo Martín (2009)

¡Primavera feroz! Va mi ternura
por las más hondas venas derramada,
fresco hontanar, y furia desvelada,
que a extenuante pasmo se apresura.

¡Oh qué acezar, qué hervir, oh, qué premura
de hallar, en la colina clausurada,
la llaga roja de la cueva helada,
y su cura más dulce, en la locura!

¡Monstruo fugaz, espanto de mi vida,
rayo sin luz, oh tú, mi primavera,
mi alimaña feroz, mi arcángel fuerte!

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