Poemas del Amor Último (y III)

Poemas del Amor Último (y III) | Juanfer Puebla

Aunque un poco tarde, aquí está la tercera y última entrega de mi último (en ser escrito) y próximo (en ser publicado) poemario 'Poemas del Amor Último'. La tardanza se ha debido, entre otras cosas, a la migración desde mi antiguo blog 'POÉTICA DIGITAL / V 0.9'  hasta esta nueva página. A partir de ahora habrá más movimiento por aquí. Os espero.

'Poemas del Amor Último'

XV

DESDE que te fuiste
la noche se me enreda
como serpiente
y me devora
lenta
inexorablemente.
A la mañana me vomita
y empiezo el día nuevo
asqueado
solitario
y cansado.

XVI

CALLE de las Huertas,
noches de Agosto,
barrio de las letras,
de casa al trabajo,
la carga y descarga,
del trabajo a casa,
sin ti pero aun contigo.
Vuelvo pisando versos,
de poetas antiguos,
que adornan la calle,
soñando en amores,
añorando tus goces,
contigo pero ya sin ti.
Primero va Esprocenda,
luego Larra el suicida,
le siguen los Moratines
y después León Felipe,
el poeta de la montaña
donde tu estás ahora.
Llega luego el fénix,
Lope de Vega y Carpio,
y el atrevido señor de Quevedo
y un poquito más arriba
está el ingenioso hidalgo
de don Miguel de Cervantes.
Y terminando la calle
el premiado Echegaray
y Góngora y Galdos,
todos ellos por los suelos,
fuera de sus libros,
alfombrando mis calles,
camino de la casa.
Y yo pienso en ti,
en tu pronto regreso,
en tu gozo infinito,
en tu boca de fresa,
en tu cuerpo de seda,
en tu risa de luna,
en tu viento y tu luz.
Y tú tan lejos de mí,
consumando el olvido,
alejando el amor,
olvidando mis manos,
abandonando mi alma,
soñando con ser feliz
sin mi sombra y sin mi amor.

XVII

SÓLO sé cuatro cosas para andar por ahí
pero lo que yo si se y pocos saben
es que a tu lado no hay invierno
pues se difumina en tu cálido cuerpo.

Que no hay color más rojo que tus labios
ni hay sabor más dulce que tus senos
ni hay olor más bello que tu pelo
ni hay placer más fuerte que tu sexo.

Que tu voz es de estrella
que tu luz es de nube
que tu risa es de luna
que tu ser es de fuego.

Y también sé y pocos saben
que tu sueño es profundo
que tu amor es liviano
que tu vida es dual.

 

XVIII

LAS lágrimas brotan imparables
sin que la razón pueda impedirlo
sin que la distancia las ahuyente
sin que la fuerza las domine.

Se derraman por mi rostro calladas
y amargan irresistibles mis labios
que recuerdan todavía tu boca
tus besos que los endulzaban ayer.

La impotencia de los días estériles
la rabia de las noches desnudas
el olvido del tiempo y del mundo.

¡Amor! ¿Qué es amor?, dímelo tú
tú que navegas los ríos de los días
tú que cabalgas los vientos de las noches.

XIX

TE he visto en los caminos de la noche
con tus ojos como un faro olvidado
y la luna en tu cara de juliorromero.

Te he gustado en los caminos del alba
con el amor en tu boca de miel
y tu corazón como el fuego nocturno.

Te he tocado en los caminos del día
con tus manos de suave caricia
y el deseo en tu cuerpo de brisa.

Te he oído en los caminos de la tarde
con tu risa en el cielo azulado
y tu voz calentando mi entraña.

Te he olido en los caminos del crepúsculo
con tu pelo enredado en mi vida
y tus besos en mi pecho desnudo.

Te he sentido en todos tus caminos
con mi esperanza y mi abandono
con mi corazón y con mi cuerpo.

Te he buscado en todos mis caminos
con mi deseo y mis recuerdos
con todos mis sentidos de amante enamorado.

XX

ESTOS días cortos de invierno
que me pasan fríos y vacíos
como si no fueran conmigo
cargados de alegres tristezas y
amables recuerdos dolorosos.

Estas largas noches embriagadoras
que paseo sobre las brumas de la soledad
entre tanta gente como encuentro
en la inconsciencia de las madrugadas
y las penas que saben nadar.

Estas viejas Canciones sin Consuelo
que me suenan profundas en el pecho
con pórfidos mares como espejos
copas de una vez pá todo el año y
negras lágrimas como mi vida negra.

Estos nuevos tiempos recobrados
que me corren con rutinas consentidas
solos y tristes y monótonos
con la esperanza como olvido
y la soledad como compañía.

XXI

UNA CANCIÓN SIN CONSUELO


ES el tiempo de acabar y de empezar
es el tiempo de olvidarse del recuerdo
es el tiempo de soñar y de gozar
es el tiempo de luchar y de reír.

Las viejas canciones se me enredan clamorosas
en los días y en las noches sin tu amor
en la luna y en el sol que me atormenta
en la tierra y en el fuego que me abrasa.

Los recuerdos me confunden y me aturden
la vida me devuelve a mis caminos sin sentido
la soledad me acompaña en mis quehaceres
la tristeza se acomoda en mis rincones polvorientos.

Es el tiempo de acabar para empezar
de olvidar aquellos días que ya fueron
los placeres que ya nunca volverán
los amores que se fueron para siempre.

Las Canciones sin Consuelo me conmueven
pues sóo para mí las hicieron los poetas
sóo para mi las cantaron los cantores
sólo para mi fueron llanto sus estrofas.

Es el tiempo de acabar y de empezar
de no llorar y de pasar a la alegría
de empezar y de acabar ya de sufrir
de acabar y de empezar ya a disfrutar.

Sólo una vida por vivir
sólo tu amor por recordar
sólo tu imagen por soñar
sólo tus caricias por sentir.

Es el tiempo de acabar y comenzar
de ser ya lo que yo soy
de ser ya lo que yo fui
de ser ya lo que he de ser.

Y es el tiempo de acabar para empezar
y es el tiempo de amar y recordar
y es el tiempo de ser y de no ser
y es el tiempo del olvido y del recuerdo.

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