Para Germán Coppini, in memoriam
El azul del mar inunda mis ojos,
el aroma de las flores me envuelve,
contra las rocas se estrellan mis enojos
y así toda esperanza me devuelven.
Malos tiempos para la lírica.
Malos tiempos para la lírica.
Las ratas corren por la penumbra del callejón,
tu madre baja con el cesto y saluda,
seguro que ha acabado tu jersey de cotton,
puedes esbozar una sonrisa blanca y pura.
Malos tiempos para la lírica.
Malos tiempos para la lírica.
Seguro que algún día, cansado y aburrido,
encontrarás a alguien de buen parecer,
trabajo de banquero bien retribuído
y tu madre con anteojos volverá a tejer.
Malos tiempos para la lírica.
Malos tiempos para la lírica.
German Coppini (1961-2013) | Teo Cardalda