Mil notas furiosas en la noche,
la fa de tu pelo, el re de mi piel,
sinfonía que acaricia el aire,
y tú, partitura entre mis brazos,
esperas ser tocada, leída,
que cada sonido de tu diapasón vaginal
inunde con su ritmo mi instrumento.
Ecos de tu piel despiertan mi ser,
inundan mi sentir, mi pasión,
quiero desentrañar tu clave de solfeo,
quiero acariciar cada cuerda de tu guitarra,
entre acordes en tu bajo vientre,
entre rasgaos y punteos agudos.
Mi clarinete con acompasadas blancas
sacude desde arpegios y corcheas
una balada que es partitura en ti.
Tus labios ya silbaron mi trompeta,
ahora sacudo yo tu melodiosa arpa
y con mis dedos improviso notas.
La sinfonía vibrante ya nos colmó,
el aire está lleno de nuestro duelo.
Miguel de Asén
(De 'El sexo portátil | Antología de poemas eróticos', Colección Ondina, Madrid, 1997)