Triste felicidad | Guillermo Sastre

Somera tarde, sol ignaro

escondido rayo extenuado.

A los cielos cerrados -es de noche;

caía la tarde lluvia, sin viento.

La espina clavada,

vereda extraña del mundo,

ansiada siempre por el humano

que con el cerebro gris manipula.

Sabor. La paz de aldea

de pinos altos, siempre inertes, gruesos.

Delicadeza entre follaje su niebla

tiende. Pasado, felicidad; sentidos míos.

Guillermo Sastre

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