'Afortunadamente' | Gloria Fuertes
'Afortunadamente'
Afortunadamente
no tenemos presente,
no tenemos presente
lo
de
que
nos tenemos que morir.
(En 'Historia de Gloria', Editorial Cátedra, Madrid 1980, página 125)
Afortunadamente
no tenemos presente,
no tenemos presente
lo
de
que
nos tenemos que morir.
(En 'Historia de Gloria', Editorial Cátedra, Madrid 1980, página 125)
Éramos de cáñamo dos cuerdas,
al mirarnos hicimos una trenza.
Ya no somos dos cuerdas,
ahora somos una loca.
(En 'Mujer de verso en pecho', Editorial Cátedra, Madrid 1983, página 143)
Pongo el corazón en el bolígrafo,
en la pluma, en el ave, en la escoba,
en la voz, en la luz, en la palabra,
en la cocina y en la alcoba.
Yo pongo el corazón.
Escribo para ahora y para luego.
Escribo para siglos venideros,
para horas venideras
de manos y labios juntos.
Yo observaba y bebía…
en esas reuniones de gente fina y fatua
y me daba vergüenza que me vieran las alas.
Estuve a tiempo de soltar dos lágrimas,
pero solo solté una.
(En 'Mujer de verso en pecho', Editorial Cátedra, Madrid 1983)
Blusa de Blasa.
Sólo en el polo.
Garra de guerra.
Qué asco de casco.
Cuento que encanta.
Pato a la puta.
Pena de pene.
Pancha y su Pancho.
Vista a lo bestia.
La tía Teta.
Los senos sanos.
Siete de sota.
Leche en el lecho.
Nicho en la noche.
Me gusta,
divertir a la gente haciéndola pensar.
Desayunar un poco de harina de amapola,
irme lejos y sola a buscar hormigueros,
santiguarme si pasa un mendigo cantando,
ir por agua,
cazar cínifes,
escribir a mi rey a la luz de la una,
a la luz de las dos,
meterme en mi pijama
a la luz de las tres,
caer como dormida
y soñar que soy algo
que casi, casi vuela.
En las noches claras,
resuelvo el problema de la soledad del ser.
Invito a la luna y con mi sombra somos tres.
(En 'Historia de Gloria', Editorial Cátedra, Madrid 1980, página 78)