Los poetas de Paco S.

José María Hinojosa | España

Ha votado para los "Mejores Poetas Iberoamericanos del Siglo XX" mi gran amigo Paco Serrano, director de la "Editorial La Tarde Libros" y, como es habitual, acercamos un poema de cada uno de ellos a esta página.

Los elegidos esta vez han sido: José María Hinojosa, Cesar Vallejo (nuevos en la lista), Luis Cernuda y León Felipe.

PAISAJES

La soledad. No se siente el mundo: sus hojas sella. Ya la luz abre su huella en la tersura indolente. Acogida está la frente al regazo del hastío. ¿Qué prisa, qué desvarío a la belleza hizo ajena? Porque sólo el tiempo llena el blanco papel vacío.

Firma Luis Cernuda

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LA POESÍA ESTÁ EN LA SOMBRA

Y digo que la poesía está en la sombra, en la sombra del mundo donde el hombre ciego se revuelve y grita... que es un grito en la sombra, que es un coro de gritos que quieren burlar la sombra, escapar de la sombra, alancear la sombra, asesinar a la sombra... La poesía está escondida en la sombra. ¿Quién la quiere esconder más todavía? ¿No hay bastantes cerrojos? No son cerrojos, ni puertas clavadas, ni paredes de musgo, ni ventanas herméticas lo que necesita la palabra del hombre... sino escalas, escalas y hogueras y piquetas y gritos... ¡Gritos! El poema es un grito en la sombra como el salmo, hoy no es más que un salmo en la sombra, y también una tea encendida en la niebla. La sombra es tuya y mía y hoy más negra que nunca. La sombra es de todos... y el salmo y el grito también.

(Fragmento del libro "Algunas señas autobiográficas")

Firma Leon Felipe

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YA NO ME BESAS

Un viento inesperado hizo vibrar las puertas y nuestros labios eran de cristal en la noche empapados en sangre dejada por los besos de las bocas perdidas en medio de los bosques.El fuego calcinaba nuestros labios de piedra y su ceniza roja cegaba nuestros ojos llenos de indiferencia entre cuatro murallas amasadas con cráneos y arena de los trópicos. Aquella fue la última vez que nos encontramos, llevabas la cabeza de pájaros florida y de flores de almendro las sienes recubiertas entre lenguas de fuego y voces doloridas. El rumbo de los barcos era desconocido y el de las caravanas que van por el desierto dejando sólo un rastro sobre el agua y la arena de mástiles heridos y de huesos sangrientos. Aquella fue la última noche que nuestros labios de cristal y de sangre unieron nuestro aliento, mientras la libertad desplegaba sus alas de nuestra nuca herida por el último beso.

José María Hinojosa

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XIV

¡Cuídate, España, de tu propia España! ¡Cuídate de la hoz sin el martillo, cuídate del martillo sin la hoz! ¡Cuídate de la víctima a pesar suyo, del verdugo a pesar suyo y del indiferente a pesar suyo! ¡Cuídate del que, antes de que cante el gallo, negárate tres veces, y del que te negó, después, tres veces! ¡Cuídate de las calaveras sin las tibias, y de las tibias sin las calaveras! ¡Cuídate de los nuevos poderosos! ¡Cuídate del que come tus cadáveres, del que devora muertos a tus vivos! ¡Cuídate del leal ciento por ciento! ¡Cuídate del cielo más acá del aire y cuídate del aire más allá del cielo! ¡Cuídate de los que te aman! ¡Cuídate de tus héroes! ¡Cuídate de tus muertos! ¡Cuídate de la República! ¡Cuídate del futuro!...

Firma Cesar Vallejo

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