(Al misterio de mi madre)
Ha nevado lentamente y mano
escribe sobre la nieve
muy pronto se deshará mi figura
cuando el sol queme la nieves
y viole
mi blanco sudario con su espuma.
Qué lejos sigue el mar de nosotros
qué lejos el ser.
Como un fantasma blanco en la noche
la mano de mi madre me llama
al misterio que el hombre desprecia
al misterio de la muerte.
Qué importa si eres feliz si tu mano ya no es mi mano
si no bebes ni gimes, porque sólo de la materia del dolor
puede nacer la dicha:
¿estás triste en el cielo?
¿Qué sentido tiene decir eso?
Pero tiene más sentido tu sombra en el bosque
que estos tristes hombres que recuerdan al zorro,
al lobo y a la avispa
y están condenados para siempre en la campana de la lluvia
y son mártires de la lluvia,
y tienen los ojos cerrados
para no ver detrás del cristal, cómo
en los bosques de estiércol
desfilan lentos los sapos de los muertos.
Leopoldo María Panero
(Madrid, España, 16 de junio de 1948)
(Publicado en 'The Stony Thursday Book | Cuadernos de Madrid', Número/Number 1, Junio/June 1991)